Desarrollé dos sesiones en su consultorio, las cuales fueron de gran utilidad en la comprensión y resolución de los conflictos con mi pareja, tomé la decisión de hacer un “INTENSIVO”, ha sido lo mejor que me ha pasado, en dos días maravillosos de arduo trabajo a su lado logré ver, reconocer, comprender, solucionar e integrar lo que jamás en años de terapia con otros profesionales ni siquiera había llegado a ver, nunca olvidaré lo vivido y comprendido de la mano de este hombre, es increíble su fuerza y energía, él logró llevarme a niveles insospechados, mi vida tuvo un giro de ciento ochenta grados, deje de ser la niña dramática y pataletosa… responsabilizándome y disfrutando cada vez más de mi vida,  LO AMO.

Andrea - Bogotá Colombia - 36 años

Los testimonios aquí compartidos fueron suministrados y autorizados para difundir por parte de cada uno de los protagonistas, se publican como tributo a los maravillosos procesos de comprensión, transformación y desarrollo de consciencia logrados por valientes seres humanos que decidieron usar su sufrimiento, como un insumo útil en la construcción de la verdad y con ella lograr alcanzar mayores, más constantes, más independientes y menos perturbables estados de paz interior,  plenitud y felicidad; a partir incluso de las más traumáticas, duras y dolorosas realidades.

“La realidad son los hechos o sucesos que ocurren, la verdad es la versión más elevada que construye nuestro Ser sobre ellos, sabremos que es verdad por los resultados obtenidos: Paz interior, plenitud y felicidad”

- Gerardo Schmedling

 

Conocí a César Andrés por una charla de LIDERAZGO PERSONAL que dió en la empresa donde trabajo, su carisma y fuerza me cautivó, decidí por ello programar una sesión con él por el proceso de duelo no resuelto de la muerte de mi hermana, ha sido lo mejor de mi vida, este hombre se entrega todo…, me acompaño desde su duelo con su hermanito menor y hermana mayor, con su acompañamiento terminé por comprender aceptar y agradecer profundamente desde el amor el tiempo que disfruté a mi hermana y dejar de lamentarme por su partida, sus metáforas son una herramienta poderosa de comprensión,y resolución de lo que él llama consciencia…

Ana Karina - Colombia - 34 años 

Soy Coach Ontológico, de vida y empresarial, he acompañado a cientos de personas en sus procesos, llegué donde César Andrés porque mi hijo preocupado por mi soledad y tristeza me regaló una sesión con él, mi primer contacto fue chocante, cortante, distante; pensé qué me puede enseñar o servir alguien tan joven … tenia razón nada me enseñó este hombre… únicamente con amor se entregó a acompañarme, con respeto me pidió permiso para desarrollar unos ejercicios que jamás en mis años de trabajo como Coach conocí, con ellos llegaron respuestas que realmente transformaron mi vida. Entre otras comprensiones y empoderamientos logrados, hoy asumo y me hago responsable sin culpa, vergüenza ni autocastigo de mi sexualidad. 

 Andrés - Colombia - 63 años 

 

Tenia una pésima relación con mi madre a quien sentía odiar por su rigidez y violencia hacia mi, ella poco o nada me acariciaba, con mi padre eran aún peor las cosas, llegué donde César Andrés porque mi tía me regalo una sesión para orientación profesional, responderme qué carrera estudiar en la universidad, más que esta respuesta en mi mismo encontré respuestas para comprender, aceptar y amar a mis padres reconociendo como él dice que “han hecho lo mejor que han podido con el máximo que saben”.

Camilo - Colombia - 18 años

Tengo limitaciones de aprendizaje y del lenguaje por deficiencia mental, me atreví a buscar a César Andrés, cuando hablé con él por teléfono no me entendía lo que le decía, con mucho amor me propuso desarrollar la sesión por chat, así lo hicimos …puedo decir que luego de esa sesión me decidí a buscar y experimentar el amor de pareja, aceptando mi condición hoy en día llevo varios meses con mi enamorado…

Olga - México - 27 años

La violencia que yo llamaba fuerza era mi carta de presentación, además de mi herramienta de éxito en lo social y laboral, este señor como él lo dice “mojándose el culo”, entregándose, mostrándose imperfecto hasta decir no más, poniendo sobre la mesa toda su oscuridad, logró inspirar en mi una confianza que nunca tuve con nadie para abrirme viendo mi vida de porquería y logrando reconocer cuanto daño hacia a los que me rodean y a los que me aman y sobre todo a mi mismo, es un proceso… aún sigo trabajando en mi violencia, la que aprendí de mi Padre, la que hoy veo y reconozco, que ya no niego…sin embargo hoy es diferente no me culpo ni culpo a nadie, me hago cargo y responsable de ella, el verla y reconocerla ha hecho que disminuyan en gran medida  mis agresiones verbales a los demás y que ya no tengan espacio las físicas.

 Salvador - Paraguay - 42 años